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HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN PROYECTO DE POLÍTICAS PÚBLICAS CULTURALES

PLAN PARA DESARROLLO DE CULTURA CIUDADANA

Este escrito es fruto de un proceso de una convocatoria ciudadana en la búsqueda de generar un proyecto de políticas pública en lo que respecta a la cultura de nuestra ciudad. Basándonos en los lineamientos político-culturales presentados en la Carta Orgánica Municipal, en la que se manifiesta que “El Municipio reconoce a la cultura como el acto de expresión del modo de ser del pueblo, en sus diversas formas. Asegura la libertad y desarrollo de todo tipo de actividad y manifestaciones culturales. Estimula la participación popular. Fomenta la creación, producción y circulación de bienes culturales, de forma equitativa. Favorece la consolidación de la identidad cultural local. El Municipio garantiza la plena libertad de las realizaciones culturales de los vecinos y su difusión, promoviendo programas que aseguren el respeto al pluralismo, fomentando el desarrollo de toda actividad cultural y estimulando la participación popular. Establece y asegura el libre acceso a las fuentes culturales” (Art 45 COM)

Hacemos propia la necesidad de pensar en posibles diseños de políticas de estado que sean transversales a todos los estratos sociales, trascendentes a las gestiones de gobierno y perdurables. Desde los principios postulados proponemos que los objetivos, programas y proyectos que se pronuncian en este documento estarán ligados a la participación ciudadana. Considerando que la cultura es el eje que vertebra la vida de ciudadanos y ciudadanas, es ineludible activar los resortes de participación que garanticen la presencia de discusiones acerca de las necesidades, prioridades y problemáticas en la trama del espacio público. También creemos que la igualdad y equidad en el acceso y goce de los derechos culturales se convierten en elementos cardinales en la promoción de la calidad de vida y es un motor para el desarrollo de la ciudad y un caudal imparable para la construcción de la identidad cultural local. Así es como se tensiona la intención de propiciar la construcción de redes de sentido y trabajo colectivo para el logro de consensos permitan acercar a todos los ciudadanos los bienes culturales y educativos.

Para ello es necesario la descentralización cultural-educativa y el trabajo territorial, es decir, el trabajo barrial, entendiendo y respetando a cada sector en su expresión cultural identitaria.

HORIZONTES DE ACUERDOS CONSTRUIDOS

Entendiendo a las culturas como un organismo vivo, como la lengua que solo le pertenece al hablante, al ciudadano y ciudadana. Sabiendo que es un continuo oscilar entre los diferentes contextos, realidades y momentos, es que proponemos la creación de un plan cultural que va al encuentro de la persona. Entendiendo y aceptando que el camino es siempre inacabado y que no hay recetas y remedios infalibles para ostentar proyectos definitivos sino un continuo redefinirse y pensarse a la par de los vertiginosos cambios sociales y culturales.

La construcción que marca el camino es colectiva, para poder obtener más contenido, más consistencia, más continente y fortaleza cultural.

La planificación debe ser participativa, democrática, transversal para lograr consensos temporales de sentido, armando y desarmando los encuadres que se nos presenten, esto es fundamental porque solo así sabremos dónde llegar, qué estamos dejando afuera, qué debemos resolver, cambiar, revisar, repensar. Se debe construir participativamente la transformación real con diálogo social, propiciar encuentros que se sostengan en el tiempo para seguir pensándonos.

El diseño de políticas culturales están orientadas a la ciudadanía no solo hacia los artistas, y es ciudadana porque es su derecho y son promotoras de la cohesión social. Creemos que una de las premisas fundamentales de la política cultural es que la cultura es una inversión, una inagotable generadora de puestos laborales genuinos, a través de la cual se motoriza la economía

Se apuesta a poder crear una voluntad de intervención institucional en relación a la creación y al acceso a las distintas formas y expresiones culturales, no solamente salvaguardando lo que tiene que ver con el patrimonio local o la cultura de la ciudad sino una política que trate de establecer prioridades, ayude a poner en práctica valores considerados esenciales, redistribuya costes y beneficios, mejore dinámicas de acceso o reconozca sujetos y colectivos desde sus distintas prácticas. Queremos favorecer el surgimiento de nuevos espacios que construyan prototipos, experimenten nuevos lenguajes y construyan nuevas prácticas, entre artistas, educadores, diseñadores, activistas o espacios comunitarios.

Brindar a toda la ciudadanía la posibilidad de acceder, conocer y valorar la cultura local y de este modo ser partícipe en la construcción de ciudadanía.

La cultura debe ser visualizada como un área clave dentro de un proyecto de desarrollo integral, debe ser parte fundamental del entramado de una ciudad. El reto actual de la cultura, y no es un reto menor, es extenderla a todas las capas sociales y ser transversal a todas las áreas.

A la luz de las muchas variables puestas en juego en el nivel de los registros simbólicos, identitarios, productivos, económicos, políticos, que la cultura relaciona y potencia, influyendo en forma decisiva sobre la calidad de vida del ciudadano y hacia otras áreas de su interés, corresponde actuar en consecuencia.

La cultura permite en el entramado diario de una ciudad la creación de valores democráticos y de convivencia, y es bueno que todo el mundo participe. En el proceso de construcción diaria de la ciudad, la cultura tiene un papel clave, como una condición necesaria para la calidad de vida de las personas. Construir cultura es construir ciudad.

Entendiendo entonces a una ciudad como el lugar donde se albergan todo tipos de dinámicas, visibles e invisibles, donde, a través del tiempo, se define de acuerdo a los intercambios e influjos lo que en ella sucede, ciudad como lugar donde se transmiten ideas, historias, datos, valores, lugar de intermediación y de transferencia, como una entidad viva donde viven miles de personas, un lugar que se mueve por y a través del tiempo es que hemos decidido dividir la planificación de este escrito en tres categorías: pasado, presente y futuro:

Pasado:

Conocimiento, memoria, ciudad: intervenciones que se harán para fortalecer nuestra identidad cultural

Artículo 46. Patrimonio cultural. El Municipio asegura la protección de los bienes declarados patrimonio cultural por ordenanza, sean arqueológicos, antropológicos, históricos, documentales, paisajísticos o arquitectónicos de la ciudad. Evita y sanciona acciones que deterioren elementos claves de la identidad cultural. Los planes urbanísticos deben incluir la consideración de los bienes declarados de patrimonio cultural.

El patrimonio es el resultado de una construcción cultural y social. Debemos preguntarnos, para trabajar, qué se legitima, desde dónde, desde quiénes y para quiénes. Existen procesos de patrimonialización que dan relevancia de lo material. Si bien los criterios de selección de bienes potencialmente patrimonializables se definen desde lo histórico (en sentido de antigüedad atemporal), lo artístico(a través de la genialidad de ciertas obras) y lo natural (en el sentido de pureza), los mismos sólo encuentran sentido en tanto se materializan.

Podemos distinguir dos clases de patrimonio cultural: material e inmaterial. El patrimonio material (que se puede palpar) incluye monumentos, edificios, esculturas, pinturas, objetos, documentos, etc. El patrimonio inmaterial incluye la música, la danza, la literatura, el teatro, las lenguas, los conocimientos, las ceremonias religiosas, las manifestaciones tradicionales, etc.

El patrimonio material, a su vez, comprende el patrimonio mueble (que se puede transportar fácilmente de un lugar a otro; p. ej., los objetos) e inmueble (que no se puede retirar de su lugar de origen; p. ej., edificios).

Actualmente, la palabra patrimonio incluye tanto el patrimonio cultural como el histórico y el patrimonio natural. Si queremos entender la diversidad cultural que hay en el mundo, no podemos separar la cultura de la naturaleza. Naturaleza y cultura están íntimamente ligadas; los seres humanos han modificado el ambiente y este ha influido en las actividades humanas. Mientras muchas propiedades patrimoniales pueden ser clasificadas como sitios culturales o naturales, algunas pueden ser una mezcla de ambos, pertenecientes a una categoría llamada patrimonio mixto.

El Patrimonio Natural incluye:

o Paisajes de belleza natural

o Formaciones físicas y geológicas con valor científico y estético

o Áreas delimitadas que constituyen el hábitat de plantas y animales en peligro de extinción, tales como parques naturales o marítimos

Dentro de ésta clasificación se encuentra nuestro balneario, nuestra reserva natural y nuestro registro paleontológico. Este registro es uno de los más amplios de la Provincia y está en resguardo en el Museo Florentino Ameghino.

Para tan amplio espectro de posibilidades se pretende:

Horizontes Programáticos

Recuperar de la memoria histórica para abordar proyectos de estudios y de memoria oral, identificar piezas a museizar, adecuar espacios que tengan que ver con la memoria de la ciudad, recuperar el archivo histórico para lograr un archivo más abarcativo con elementos conmemorativos; con acciones como la señalización, reconocimiento etc., donde todo ciudadano pueda acceder.
Diseño de políticas activas sobre patrimonio cultural, -lo visible lo invisible-, ¿Qué, cómo, cuándo y por qué puede ser patrimonio? Confeccionar folletería tanto para museo, eventos y turismo local sobre el tema.

Espacio público y patrimonio: Gestionar, reordenar, recuperar y/o refuncionalizar espacios culturales que ya son patrimonio de la ciudad que permitan el desarrollo de la diversas expresiones artísticas
Bienes patrimoniales: Puesta en valor de los bienes patrimoniales de nuestra ciudad. Que incluya mantenimiento general, seguridad, instalaciones eléctricas adecuadas, desagües, etc.; cartelera y / o señalética correspondiente a cada bien patrimonial con su correspondiente escritura en braille.

Presente:

Culturario: intervenciones que se llevan adelante a partir de lo dado

Estar en el presente significa gestionar relaciones institucionales y promover la cogestión con otros actores, así como la participación en redes de trabajo colaborativas afines. Estas instancias acompañan, dan sustento y enriquecen las políticas, programas y propuestas sobre las cuales los proyectos intervienen. Tratar de desarrollar un programa en sus diferentes etapas generando un espacio de encuentro, discusión, evaluación, diseño y acción colectiva.

Horizontes programáticos

Espacios significativos: Equidad y acceso igualitario en la utilización de espacios significativos y de circulación de lo cultural. Ser partícipes de la circulación de las propuestas culturales. Pensar en la calidad de los equipamientos culturales tanto en la producción de cultura, como en el conocimiento, poniendo en marcha acciones que amplifiquen la excelencia de los espacios existentes y de esta manera poder crecer en accesibilidad y proximidad de los recursos
Mejoras edilicias: mejoramiento condiciones de los espacios educativos artísticos como el conservatorio o la escuela de artes para que dispongan de los medios necesarios para desplegar todo su potencial, poniendo especial énfasis en los espacios y dispositivos dedicados a la producción, así como en el aumento de sus recursos y posibilidades. Apoyo a todos los programas y actividades culturales y educativas de la ciudad actualizando el sentido de sus actuaciones en función de las características del contexto actual y la mejora progresiva de la calidad de cada una de estas propuestas.
Cultura Emergente: Visibilizar y potenciar el desarrollo de manifestaciones culturales emergentes, incrementando el apoyo a la creación como condición necesaria para un mejor desarrollo cultural de la ciudad. Un programa que apueste por todas las iniciativas (asociativas, privadas, públicas) que de manera cotidiana hacen posible la existencia de espacios culturales en contexto económico de riesgo, de prueba y ensayo, y de experimentación en todo tipo de lenguajes artísticos.
Convocatorias Abiertas: Realizar convocatorias de proyectos culturales para difundir y aportar al desarrollo integral de artistas jóvenes y lograr que adquieran experiencia, habilidades y conocimientos necesarios para su propia proyección laboral en el ámbito de la cultura.
Acompañamiento institucional: Apoyo, protección y acompañamiento de todas las iniciativas ya existentes que, desde la base social (comunitaria, asociativa, privada, etc.), están trabajando y creando condiciones para la riqueza y la complejidad del ecosistema creativo de la ciudad.
Cultura 4.0: Fomentar la participación ciudadana integrando los nuevos medios de comunicación y redes, como herramienta de llegada y diálogo activo, a través de herramientas virtuales como una página web integradora de todo lo que acontece en materia educativo-cultural de la ciudad.
Redes de interacción e intercambio: Propiciar un ecosistema cultural más conectado fomentando entornos urbanos favorecedores de la interacción entre ciudadanos para garantizar la convivencia. Garantizar las oportunidades para que cualquier ciudadano pueda desarrollar sus capacidades
Núcleos culturales cooperativos motivar la cooperación cultural, articulando canales de contacto entre ciudades vecinas, generando circuitos que integren a la población, produciendo así mayores posibilidades de acceso a derechos culturales para un mayor público.

Futuro

Laboratorio: intervenciones que se llevaran a cabo a partir de lo que hay que crear

Acciones que colaboren con el fortalecimiento de la identidad local, perdurables y accesibles, desde la firme decisión política del estado para mantenerlas activas en el tiempo. Se propone generar oportunidades que atraviesen cultura/educación como otra fuente de formación. Se alentarán propuestas como la creación de Parques educativos-culturales en los barrios orientados al aprendizaje no formal. Acciones articuladas con centros vecinales, organizaciones sociales y barriales, clubes y sector privado así como también abrir la discusión y participación para la propuesta de una posible Escuela Municipal Artística, siempre desde la gestión y consensos pensados colectivamente.

Horizontes Programáticos

Cultura popular y barrial: Apelar a un eje territorial de desarrollo de la acción cultural en los barrios, en los territorios de la proximidad. Hacer referencia a un eje social, en el sentido de aproximar unos ciudadanos a otros.

Cultura Identitaria: Descentralización de la cultura y llegada a todos los sectores de la localidad, para potenciar la identificación de los ciudadanos con lo que se produce culturalmente en nuestra ciudad. Acceso igualitario a los bienes culturales. Articular un conjunto de medidas para facilitar el acceso a espacios que puedan ser empleados por todos los ciudadanos, con condiciones asequibles.
Cultura y Espacio público: Desarrollo de proyectos que acentúen la relación entre arte y espacio público, potenciando el papel de dinamizador social del arte y su capacidad para generar procesos positivos de interacción ciudadana.
Articulación entre sector público y privado: Impulso a la ordenanza de mecenazgo que fomente la financiación privada, empresarial y particular, a instituciones y proyectos culturales, y que facilite la cooperación entre los sectores económicos de la sociedad y la cultura.
Consejo de Cultura: que desarrolle funciones de observatorio de las dinámicas culturales urbanas, de la diversidad cultural, y de las políticas culturales aplicadas, generando al mismo tiempo estudios e investigación, capacitaciones, ensayando indicadores, analizando buenas prácticas y promoviendo el intercambio y el trabajo en red con otras iniciativas similares.
Programas de financiamiento: Establecer líneas de apoyo económico a las producciones culturales locales.
Educación cultural: Pensar la proximidad de cultura y educación en acciones conjuntas, apoyando e impulsando los programas culturales de los centros educativos, mejorando la calidad pedagógica de la oferta cultural, incrementando la coordinación entre instituciones escolares y sectores culturales. Pensar un plan de lectura global, que incluya instituciones, capacitaciones, promotores, barrios para construir una verdadera ciudad lectora.